La entonación es la línea melódica con la que pronunciamos los enunciados. Existen dos tipos de lenguas: las tonales y las entonativas. En las lenguas tonales el tono tiene una función contrastiva de tipo léxico o morfológico (las variaciones tonales sirven para distinguir una palabra de otra o para expresar rasgos morfológicos como el tiempo o el aspecto verbal). En castellano los cambios de tono no modifican el significado léxico de las palabras. Las variaciones melódicas tienen una función expresiva (actitud e intención del hablante). Por lo tanto, el castellano pertenece al grupo de las lenguas entonativas.
La entonación también aporta una gran fuerza expresiva y pragmática al enunciado y al discurso de un determinado hablante.